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¿Cómo un hombre negro y colombiano llega a ser un respetado biotecnólogo?



Y eso fue lo que le preguntaron al Doctor Hugo Caicedo hace poco. En un mundo lleno de estereotipos raciales, con un gobierno y sociedad que nos invisibiliza por la raza y decide perpetuarnos en facetas poco relevantes, es bueno de vez en cuando recordar que la miopía social frente la diversidad racial está totalmente pasada de moda, es retrógrada y no debería existir en una sociedad pluriétnica como la nuestra.
Esta historia no es para lamentarse ni para que griten la absurda frase de cajón “negros resentidos” es para inspirar a los líderes de cualquier raza o estrato social a sobreponerse ante el racismo invisible disimulado que dicen que no existe, seamos superiores a los hechos –.

Su historia de vida junto a sus 25 premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional inspira e invita a eliminar estereotipos que se atribuyen solo por el color de la piel o país de origen. Inspirar está de moda y es un compromiso social que todo el que triunfe debería hacer y no solo para jóvenes de minorías raciales sino para todo ser humano con ganas de triunfar por las buenas.

Este es un ejemplo positivo a través del respetado Doctor Hugo Caicedo, hijo de Cali, Valle, quien pasó por las universidades más prestigiosas del mundo, que al igual que muchos deja el país en alto, así algunos quieran borrar socialmente los méritos por el color de la piel de alguien. El sistema educativo nos ha fallado a todos en el tema del respeto a la diversidad racial.

Pasa en las películas, pasa en la vida real…

 Me resulta inspirador de su historia donde cuenta que no fue el típico nerdo come libros, sin vida social. De hecho, al conocerlo, es la antítesis del científico común. Es el científico más cool que haya conocido. Tampoco parece un narciso intelectual.

Detrás del Doctor Caicedo y su rimbombante hoja de vida, hay un joven que en su adolescencia quería ser todo, menos un pomposo científico de la biotecnología y la microfluídica, le encanta la salsa y quería ser futbolista, fiebre que le duró muy poco. Dice que era bueno, pero no lo suficiente. Ante el esfuerzo e insistencia de sus papas se inscribe en Ingeniería Eléctrica en la Universidad del Valle y el resto es historia.


Tampoco fue el mejor durante este periodo, como él mismo cuenta, había compañeros mucho más brillantes que él, -claro está que indagando descubrí que él estaba generalmente entre el top 5 y se ganó tres becas semestrales en Univalle (modestia aparte), aun así, el Doctor Caicedo sentía que estaba en el lugar equivocado. Fue en Estados Unidos, adonde llegó becado, que pasó por varias luchas.

Después de matarse estudiando ya que se encontraba con los más brillantes del mundo, recuerda con nostalgia cómo los asiáticos le daban palo, pero en su instinto de excelencia ante no obtener los mejores resultados encuentra su verdadero llamado intelectual en la biotecnología y es así como llegó a ser de los mejores, más respetados e imparable en su campo a nivel mundial. La lección número uno que le da a los jóvenes es “encuentra en qué eres bueno, no importa si te equivocas en el proceso, una vez lo descubras guerrea por ser el mejor, todo será fácil y disfrutarás cualquier sacrificio porque amas lo que haces. No se puede ser el mejor en todo.”

La Anécdota…


En un café, pleno invierno en Estados Unidos, dos científicos, el Doctor Hugo Caicedo y otro respetado científico norteamericano dialogando casualmente llegan a este dilema donde el norteamericano muy inquieto y asombrado se pregunta: “¿Cómo es que un colombiano…[pausa]…un negro y colombiano llega a ser invitado como “Honorable Speaker” a la convención mundial de biotecnología en Brasil? un evento que reúne las mentes más brillantes del mundo en ese campo…Oh, ¿habla francés e inglés, también?… ¿nació en cuna de oro? ¿Estudió en el mejor colegio privado de Colombia? ¿los papás son diplomáticos o científicos? ¡Explíqueme!
A lo cual el Doctor Caicedo con calma responde: Nací y crecí en Cali, Colombia. De padres de origen campesino de Barbacoas, Nariño, con la visión más progresista del mundo. No estudié en el “mejor” colegio privado de Cali. Estudié en el Camacho (ITI-AJ), un excelente colegio público para gente pobre.


Después del Camacho seguí a la Universidad del Valle, una gran universidad pública, principalmente para gente de escasos recursos, donde el instinto de la creatividad y recursividad es forjado al más alto nivel… En esa misma Universidad, el brillante científico y mentor Dr. Pedro Antonio Prieto, de origen humilde y mestizo, respetuoso de las diferencias étnicas, creyó que yo tenía potencial para prepararme internacionalmente en la ciencia. Y así fue como llegué con una beca doctoral a la Universidad de Illinois en Chicago, EEUU (UIC) a estudiar un PhD en Ingeniería Eléctrica.

Una vez tomé ese camino, bajo la dirección del reconocido neurocientífico y biotecnólogo, el Dr. Scott Brady de origen humilde, caucásico, y contra todas las estadísticas del “sistema” (es decir, en la cual los negros de cualquier país se espera que fallen); Yo, antes de terminar mi doctorado fui el estudiante de Bioingeniería más exitoso de esa temporada, fui invitado a múltiples conferencias internacionales, gané más de 20 premios y honores incluyendo tres becas pre-doctorales: una en la mejor universidad de Francia (UPMC), otra en la mejor Universidad de Estambul, Turquía, y otra en el MIT. Cuando terminé mi PhD en UIC obtuve una beca post doctoral en la universidad de Harvard y justo después de eso, una oferta laboral como científico, experto global en microfluídica y biotecnología en una de las compañías farmacéuticas más grandes de mundo, Johnson & Johnson (EEUU), donde trabajo actualmente. Fin de la charla.

Para terminar, es director de investigación y está haciendo una especialización en sostenibilidad e innovación en la Universidad de Harvard. El año pasado la sociedad de Ingeniería Biomédica de los Estados Unidos de América, lo resaltó como uno de los tres profesionales jóvenes más exitosos del 2015; fue el único suramericano, colombiano… y sí, el único negro seleccionado.

Así es como un como negro y colombiano de raíces campesinas, llega a ser invitado como “Honorable Speaker” a la convención mundial de biotecnología 2016. ¿Respondió la pregunta del científico norteamericano?”. Creo que no solo respondió su pregunta, sino que su historia inspira y es parte de la solución no del problema.

¡Sí se puede! La juventud requiere a gritos más de estos espejos de cualquier raza.

Más del Doctor Hugo Caicedo en: http://caicedo-international.com/hugo-caicedo.html

Hasta pronto,

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